Los domingos en el barrio de La Boca se mezclan muchos mundos: turistas caminando por Caminito, puestos de comida, el puente viejo, hinchas de Boca llegando al estadio, conventillos y colores, muchos colores. Aun así, los vecinos siguen con su vida habitual, acostumbrados a las visitas. Los fines de semana, los niños del barrio hacen suya la cancha de cemento y disfrutan de su mayor pasión: el fútbol.